MASCARILLAS CSIC, QUIRURGICAS Y FFP2

Protección, ¿cuál es su verdadero significado?, es decir; la definición formal de la palabra en sí misma se relaciona con ideas o conceptos como “resguardar, o prevenir a un ser de cualquier peligro, rodeándolo o cubriéndole con algo”.

Las llamadas Mascarillas CSIC deben su nombre a que la capa de filtración ha sido desarrollada por técnicos de centro superior de investigaciones científicas (CSIC) junto a la empresa Bioinicia, la capa está capa compuesta por un tejido hecho con tecnología de producción de nanofibras con una alta capacidad de filtración.

Las mascarillas quirúrgicas tienen su origen en el siglo XIX, con la demostración de Pasteur de la existencia de microbios; durante esta época se implementaron este tipo de equipos, hasta que, tras la finalización de la segunda guerra mundial, se establecen criterios y normas para fabricar dispositivos médicos y de protección de calidad y fiabilidad, por lo que durante esos mismos años se desarrollan y se comienzan a fabricar mascarillas FFP2, las cuales son más efectivas y filtran mejor las bacterias. A diferencia de las mascarillas quirúrgicas, este prototipo de equipo de protección protege de los virus, puesto que las quirúrgicas, únicamente protegen de bacterias. Del mismo modo, algunos expertos afirman que las mascarillas FFP2 poseen dos ventajas fundamentales frente a los modelos quirúrgicos; la filtración y el ajuste. En primer lugar, la filtración de la FFP2 protege de las partículas inferiores a 3 micras, característica que la quirúrgica no posee; las partículas de la COVID-19 es son de un tamaño de 15. Finalmente, el ajuste y la forma de la mascarilla son distintas, mientras que la mascarilla FFP2 es bidireccional, la quirúrgica no muestra esta particularidad y esto únicamente consigue que las partículas COVID-19 introduzcan por las aperturas que se producen en los lados de las mismas. Por lo tanto, se puede afirmar y concluir que la mascarilla FFP2 protege de forma más eficaz contra la COVID-19 que la mascarilla quirúrgica. cómo ha comentado recientemente el creador de la mascarilla CSIC José María Lagarón.

Como conclusión, cabe destacar que el ser humano siempre ha evolucionado y ha conseguido desarrollar mejores métodos y de mayor eficiencia frente a amenazas y necesidades. La COVID-19 es un enemigo al que no se puede observar, pero sí protegerse debidamente contra sus ataques; afortunadamente la sociedad española se puede considerar como una en la que el premia el bienestar y, a diferencia de otros países en el mundo, las necesidades básicas y esenciales son cubiertas. Adquirir mascarillas FFP2 no es un esfuerzo económico brutal en España y pueden ser una gran inversión tanto para el presente como para el futuro, ya que, con ello, la sostenibilidad de nuestra población y entorno es más fácilmente alcanzable.

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